Modelo científico: es una representación de un recorte de la realidad que se quiere mostrar, explicar, para una mejor comprensión didáctica. Puede realizarse con material concreto o simbolismo abstracto. Cuanto más joven es el aprendiz más concreto deberá ser el modelo.
En el aula es muy útil trabajar con modelos, primero aproximados y luego perfeccionados para ir modificando el pensamiento sobre el concepto en cuestión. Las primeras aproximaciones las podemos llevar nosotros pero también es interesante que los educandos armen sus propios modelos. Es un método de evaluación (grupal o individual) dado que la construcción del modelo y la elección de los materiales muestra la elaboración de lo conceptual. También es importante recalcar que todo lo presentado es un recorte aproximado de una realidad que probablemente no vemos y sea mucho más compleja. Así que analizar el propio modelo desde un lugar crítico también es parte del trabajo del grupo y de su evaluación.
Estas maneras de trabajar permiten evaluaciones no convencionales, que obligan a aprender a trabajar en equipo, a colaborar, a comunicar oralmente los conceptos, a mostrar diferentes habilidades. Lo que quiero decir con esto, es que hacemos participar al alumnado de un modo más comprometido con su grupo, a romper la vergüenza de expresarse oralmente frente a otros; o sea podemos evaluar contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Para evaluar realmente los contenidos procedimentales, es conveniente que cada equipo piense, diseñe y arme el modelo en el aula, así podemos ir conversando cada idea de cada grupo y corrigiendo a través de búsqueda bibliográfica en el momento.
Es obvio que esto nos lleva unas cuantas clases, pero los resultados superan ampliamente a la obsoleta clase magistral del docente parado frente al pizarrón.
Con las nuevas tecnologías la exposición oral puede tomar otros visos que deriven en una muestra de mayor alcance o una presentación en otra instancia, frente a otro público. Todo depende del compromiso del docente y la institución.
Estas pequeñas "salidas" del modelo clásico suelen tener muy buenas respuestas por parte del alumnado. Cuestión de ir probando de a poco.
A continuación quiero mostrar una foto del mejor modelo de estados de la materia hecho por un grupo de mis alumnos. Y luego un modelo de la estructura interna de un metal (lo que se da en llamar unión metálica).
El sólido tiene forma y volumen propio. No necesita recipiente que lo contenga.
El líquido debe estar contenido en un recipiente tomando su forma, pero tiene volumen propio.
El gas no tiene volumen propio, ocupa todo el disponible, adquiriendo también la forma del recipiente..
En este modelo de sólido metálico el envase de vidrio no es parte del mismo sino solo contiene los materiales.
Las bolitas de telgopor representan los núcleos de los átomos metálicos y sus capas electrónicas internas. La brillantina azul -suspendida en agua- hace de los electrones del último nivel, que tienen la posibilidad de moverse libremente por toda la red metálica (un mar de electrones en movimiento).
En el aula es muy útil trabajar con modelos, primero aproximados y luego perfeccionados para ir modificando el pensamiento sobre el concepto en cuestión. Las primeras aproximaciones las podemos llevar nosotros pero también es interesante que los educandos armen sus propios modelos. Es un método de evaluación (grupal o individual) dado que la construcción del modelo y la elección de los materiales muestra la elaboración de lo conceptual. También es importante recalcar que todo lo presentado es un recorte aproximado de una realidad que probablemente no vemos y sea mucho más compleja. Así que analizar el propio modelo desde un lugar crítico también es parte del trabajo del grupo y de su evaluación.
Estas maneras de trabajar permiten evaluaciones no convencionales, que obligan a aprender a trabajar en equipo, a colaborar, a comunicar oralmente los conceptos, a mostrar diferentes habilidades. Lo que quiero decir con esto, es que hacemos participar al alumnado de un modo más comprometido con su grupo, a romper la vergüenza de expresarse oralmente frente a otros; o sea podemos evaluar contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Para evaluar realmente los contenidos procedimentales, es conveniente que cada equipo piense, diseñe y arme el modelo en el aula, así podemos ir conversando cada idea de cada grupo y corrigiendo a través de búsqueda bibliográfica en el momento.
Es obvio que esto nos lleva unas cuantas clases, pero los resultados superan ampliamente a la obsoleta clase magistral del docente parado frente al pizarrón.
Con las nuevas tecnologías la exposición oral puede tomar otros visos que deriven en una muestra de mayor alcance o una presentación en otra instancia, frente a otro público. Todo depende del compromiso del docente y la institución.
Estas pequeñas "salidas" del modelo clásico suelen tener muy buenas respuestas por parte del alumnado. Cuestión de ir probando de a poco.
A continuación quiero mostrar una foto del mejor modelo de estados de la materia hecho por un grupo de mis alumnos. Y luego un modelo de la estructura interna de un metal (lo que se da en llamar unión metálica).
El líquido debe estar contenido en un recipiente tomando su forma, pero tiene volumen propio.
El gas no tiene volumen propio, ocupa todo el disponible, adquiriendo también la forma del recipiente..
En este modelo de sólido metálico el envase de vidrio no es parte del mismo sino solo contiene los materiales.
Las bolitas de telgopor representan los núcleos de los átomos metálicos y sus capas electrónicas internas. La brillantina azul -suspendida en agua- hace de los electrones del último nivel, que tienen la posibilidad de moverse libremente por toda la red metálica (un mar de electrones en movimiento).
