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martes, 21 de diciembre de 2021

Patear El Tablero

1-¿Qué significa? 
Romper con todo lo conocido. Barajar y dar de nuevo. Volver a empezar. 
Comprender que lo establecido ya es obsoleto. (¿Lo es hace más de cincuenta años?).

Hablo del sistema educativo. 
Haciendo memoria de la Historia de la Educación en Argentina, se podría pensar que hasta la mitad del sXX, las escuelas primarias - pero sobretodo las secundarias-, dejaban un conocimiento cuasi universal en los estudiantes. Era la famosa "cultura general" de la que casi todos se enorgullecían. Nunca todos, claro. Sobretodo los expulsados del sistema, esas personas que por diversos motivos no podían continuar y que a nadie importaba (a no ser a su familia y a ellos mismos, quienes quedaban marcados de por vida con el sello de BURROS). Retomaré este punto otro día.

Volviendo a esa idea de saberlo todo (muy de los argentos crecidos en esos tiempos), esa escuela había sido creada a finales del siglo XIX con el objetivo de preparar a los varones futuros gobernantes del país. Pero como todo, las cosas cambian, avanzan, y las mujeres fueron logrando el derecho a una educación secundaria -primero en las escuelas Normales -con título de Maestras- y luego en los Liceos de Señoritas o las Escuelas de Comercio.
En este punto, debemos comprender que todos esos contenidos enciclopedistas ya estaban tornándose caducos si el nuevo objetivo era formar peritos mercantiles y secretarias. Y ni hablar de las incipientes escuelas técnicas, donde se pretendía que el alumno sea un erudito y un técnico a la vez, con doble turno y un año más de estudios, sin comprender que los estudiantes que elegían esas escuelas tenían vocaciones muy puntuales.

El Sistema -y con este término me refiero a todas esas personas que organizan  y estructuran las materias, los contenidos y los años de estudio de toda la población- nunca pudo respetar al alumno, como individuo con vocación, con intereses propios, con sueños a cumplir. Siempre lo miró desde el pedestal del que tiene el mando, el conocimiento y la experiencia. 

Ese es el primer punto a corregir: Los niños no son una "tábula rasa" como decía la Pedagogía de hace doscientos años. Y los padres de hoy, lo tienen muy claro.  Los niños desde pequeños saben lo que quieren, lo que les gusta y les disgusta. 

Hoy, sXXI, ya tenemos en una importante cantidad de población, tres generaciones -o más- de gente escolarizada. Y todos recuerdan esas experiencias vividas. Por eso estamos llegando a la conclusión generalizada que el sistema educativo debe cambiar de estructura, de contenidos y de formas de trato (o destrato). 

Los niños buscan los contenidos en las redes, igual que los padres y algunos docentes. El enciclopedismo no sirve más. No se trata de dar conceptos que se modifican en un año por las condiciones climáticas, sociales o económicas. Se trata de enseñar en valores. Valores consensuados por la sociedad y con los que podamos aprender a ser mejores personas. 

¿Quiero decir con esto que no se enseñe más contenidos de ningún tipo? No. Obviamente que la primaria debe formar un niño en lectoescritura, cálculo y comprensión lectora. Y con eso, generar una persona respetuosa del ambiente natural y social donde vive. 
Poco, pero bueno, verdadero y profundo. 

El punto ahora es ¿cómo?